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Cómo debes actuar cuando tu perro gruña

El gruñido de un perro es una forma de comunicación






¿POR QUÉ GRUÑE MI PERRO?

Tiempo de lectura aproximada:  12 minutos

Los perros son animales muy sociables. Según refieren algunos estudios, esta sociabilidad en los animales está estrechamente ligada con su capacidad comunicativa. Los perros, en concreto, para expresar sus emociones suelen utilizar su lenguaje corporal, aunque también emiten distintos sonidos como los ladridos, los gemidos o los gruñidos.

El gruñido se asocia con mucha frecuencia a una señal de advertencia que el perro emite, queriendo expresar que, de continuar la situación que sucede, podría llegar a morder. Sin embargo, igual que en el ser humano llevarse las manos a la cabeza puede significar muchísimas cosas (miedo, sorpresa, dolor de cabeza…), hay que tener en cuenta el contexto y otras expresiones corporales para aproximarnos más a comprender lo que en realidad pretende expresarnos nuestra mascota cuando gruñe. 

Es posible que, si tu perro te ha gruñido alguna vez, te hayas sentido amenazado, desconcertado, rechazado e incluso dolido. Sin embargo, es importante tener en cuenta que un perro puede gruñir por muchas razones: porque se siente excitado, frustrado, feliz, enfadado, molesto, dolorido… Por ello, tanto la expresión corporal como el contexto en el que sucede son claves. Observando la situación, la postura y actitud del animal podremos confirmar el motivo de que nos gruña.


Perro gruñendo

Índice del contenido


1- ¿Qué debo hacer si mi perro gruñe?

2- Lo que nunca debes hacer si tu perro gruñe

¿Qué debo hacer si mi perro gruñe?


Para saber cómo actuar ante un gruñido de nuestra mascota debemos comprender el mensaje que nos intenta dar con esta vocalización. Para ello, fíjate muy bien en la posición de su cuerpo y en el contexto. Si su posición es tensa, enseña los dientes, su pelo está erizado o se lame constantemente, significa que tu perro gruñe para avisarte de que hay algo que no le gusta y deberías de cesar tu interacción con él para evitar agravar la situación. Sin embargo, hay otros motivos por los que estos animales pueden gruñir:

  • Durante el juego: los perros más juguetones y activos, y especialmente los cachorros, pueden llegar a emocionarse mucho cuando jugamos con ellos o juegan con otros perros. Por eso es posible que los escuches lanzar algún que otro gruñido debido a su excitación.
  • Mientras duermen: los perros también pueden soñar, por lo que si escuchas a tu mascota gruñir mientras duerme, seguramente no tenga nada que ver con la situación real, sino con el mundo imaginario de sus sueños. Eso sí, si te gruñe porque lo has despertado, es que le ha molestado mucho que lo hicieras. ¡No incordies a tu mascota mientras descansa!
  • Cuando lo acaricias: si tu perro es muy cariñoso seguro que disfruta especialmente de tus caricias. ¿Alguna vez lo has oído gruñir suavemente mientras lo tocas? Es normal, de hecho, es un síntoma de placer. Tu perrito está súper feliz gracias a tus atenciones y así te lo hace saber mediante este tipo de gruñido.

Puede que al observar el lenguaje corporal de tu perro detectes que su gruñido te intenta comunicar que algo no va bien. Tu mascota puede avisarte de que se siente molesta en situaciones muy distintas, por lo que deberás tener en cuenta qué situación le está produciendo ese sentimiento desagradable. ¿Qué estabas haciendo cuando te ha gruñido? ¿Por qué crees que se ha podido molestar tu perro? ¿Se ha detenido ya o sigue gruñendo? Analicemos algunas situaciones comunes en las que los perros pueden gruñir para expresar malestar.



  • Mi perro gruñe cuando lo toco


Perro gruñendo cuando lo tocan

Hay varios motivos que pueden explicar que tu perro no quiera que lo toques. Es posible que tenga dolores o molestias en la piel, así que lo primero que debes hacer es descartar cualquier causa física. Otra posibilidad es que el perrito, si es adoptado, haya pasado por malas experiencias con el contacto humano y sienta miedo. O quizás simplemente le estás tocando en un sitio que no le agrada. En general, los lugares preferidos de los perros para recibir caricias son el pecho y la parte final del lomo, aunque las personas casi siempre vamos directos a acariciar la cabeza, algo que no suele gustarles. 

Qué hacer: no fuerces a tu perro y respeta su espacio. Si sigues intentándolo estarás ignorando su señal de alerta (el gruñido) y ya te imaginas lo que viene después. Sin embargo, respetar al animal no significa dejar así la situación. Si sospechas que tu perro actúa de este modo por miedo, es conveniente trabajar para que recupere su confianza y pueda disfrutar de las caricias sin tensión. Además, en algunos casos será imprescindible que alguien lo toque, como en el veterinario o la peluquería. Consulta con un adiestrador o etólogo si tienes dudas, aunque puedes comenzar a trabajar con tu mascota en casa con ejercicios sencillos. Por ejemplo, ofrécele algún juego cognitivo para que centre su atención, como una alfombra olfativa, y prueba a aproximarte lentamente a él mientras está concentrado. Procura que tu actitud sea calmada y tus movimientos lentos. Prueba a tocarle en alguna de las zonas “seguras” que hemos comentado antes y estudia su reacción. Practica el refuerzo positivo dándole premios si consigue mantener su atención mientras lo tocas.




  • Mi perro me gruñe si me acerco mientras come


Perro gruñendo para cuidar su comida

Si alguna vez te has aproximado a tu mascota mientras disfrutaba de su comida y te has sorprendido al ver que te gruñía, no te preocupes, se trata de algo bastante común. En estas situaciones entra en juego la protección de recursos, es decir, tu perro te gruñe porque tiene “miedo” de que le quites su comida, un bien muy preciado para él y del que depende para sobrevivir. 

Qué hacer: es necesario que tu mascota entienda que no supones una amenaza para ella y que no tratas de arrebatarle su comida. Por eso te aconsejamos que, mientras come su comida habitual, le dejes todo lo cerca que te permita (no avances si te gruñe) un plato con algún snack o alimento humano que le encante, como un poco de pescado cocido o de manzana troceada. Se trata de que el animal comprenda que cuando te acercas a su comedero suceden cosas buenas. Ten mucha paciencia y trabaja progresivamente y acercándote cada vez más según te permita el perro (puedes probar a dejarle la comida más rica directamente en el plato). Finalmente, cuando ya esté muy habituado a esta dinámica, comienza a aproximarte a él sin llevarle nada apetitoso algunas veces.

Este ejercicio puedes practicarlo para poder pasar cerca del perro cuando come y evitar así que se ponga tan tenso, pero lo que nunca debes hacer es molestarle por capricho. Cuando tu perro se alimenta no es momento para caricias o distracciones: permítele disfrutar de su comida tranquilamente.




  • Mi perro gruñe cuando le intento quitar un juguete


Perro gruñendo para que no toquen sus juguetes

Cuando un perro gruñe al tratar de arrebatarle cualquier objeto que tenga en su poder y que tenga un valor para él (normalmente, juguetes), también nos encontramos ante un caso de protección de recursos. Aunque no se trate de comida, un juguete es fuente de diversión para tu mascota, por lo que puede comportarse de manera posesiva respecto a él y gruñirte en cuanto tratas de quitárselo. 

Qué hacer: lo más aconsejable es trabajar el comando “suelta”, ya que el perro debe entender que nosotros gestionamos el juego y los juguetes. Al principio puedes incentivar a tu mascota con algún premio para que suelte el objeto mientras le das la señal. También puedes emplear dos juguetes, como un par de pelotas iguales que vayas intercambiando. Hazlo cuando no gruña o una vez haya dejado de gruñir y esté tranquilo para evitar reforzar este comportamiento. Poco a poco verás que tu perro va avanzando y te da su juguete de vez en cuando. Refuerza sus aciertos con premios y caricias para que vaya interiorizando que no pasa nada malo si tú tomas el juguete un rato. Por otro lado, esconder los juguetes cuando terminéis de usarlos te ayudará a evitar que el perro desarrolle esta conducta. Esta protección de recursos puede darse también con otros elementos, como su cama o el sofá. En estos casos trabaja de la misma manera pero con la señal “baja”. Muéstrale a tu perro lo que quieres que haga y refuerza positivamente su buen comportamiento.




  • Mi perro le gruñe a otros perros


Perro gruñendo a otros perros

Los perros tienen sus propios códigos de comunicación, que incluyen el lenguaje corporal, los sonidos y las feromonas. Por ello, lo mejor es que no intervengas si tu perro le gruñe a otro perro. Por lo general, el otro animal comprenderá lo que significa esa señal de advertencia y lo más probable es que deje de molestar a tu mascota. 

Qué hacer: en muchas ocasiones, aunque lo hagamos con la mejor intención, resulta contraproducente actuar en estos conflictos entre perros, ya que podríamos añadir tensión a una situación que a priori ellos pueden resolver de forma natural. Si ves que el otro perro hace caso omiso a los gruñidos de advertencia de tu amigo peludo, entonces sí, puedes actuar simplemente retirándote con él.




  • Mi perro le gruñe a otras personas


Perro gruñendo a las personas

Un perro que gruñe a otras personas puede estar sintiéndose amenazado o estresado. Si se trata de personas desconocidas, es probable que se sienta inseguro y amenazado, pero eso es más frecuente en perros que no han sido correctamente socializados o que han sufrido situaciones desagradables con humanos u otros episodios traumáticos. 

Qué hacer: Si tu perrito es adoptado, hay cosas que quizás no sepas de su pasado, así que sé comprensivo con él y visita a un adiestrador o etólogo para que te ayude a solventar esta incómoda situación. Si tu mascota solo le gruñe a una persona en concreto que sí conoce, quizás es necesario revisar de qué manera se relaciona con el animal. Los motivos y contextos que pueden causar este tipo de situación son múltiples, como tocarlo en zonas que no le gustan o molestarlo mientras duerme. Cuantas más experiencias positivas puedas darle a tu perrete, más fácil será que esta situación no se produzca. Procura socializarlo debidamente y, sobre todo, no permitas que nadie (ni siquiera tú mismo) fuerce al perrete a ser acariciado, manipulado, etc. Lo ideal es que sea él quien decida acercarse y que, si te agachas para interactuar con él, lo hagas con la espalda recta y a cierta distancia del animal.




  • Mi perro le gruñe a los niños


Perro gruñendo a los niños

Los niños pueden generar estímulos muy intensos a los perros. En ocasiones, un perro puede gruñir a los pequeños simplemente porque no está acostumbrado a tratar con ellos y se siente intimidado por un estímulo inesperado. Normalmente la manipulación de los niños hacia estos animales es mucho más invasiva y poco cuidadosa. Además, su olor, su voz y su aspecto son muy diferentes a lo que han conocido hasta ahora. También hay que tener en cuenta que algunos pequeños pueden agobiar a los perros , tocándolos sin parar, gritando cerca de ellos o tirándoles de la cola e incluso, en algunos casos, arrojándoles objetos. 

Qué hacer: Los niños no deberían estar nunca solos con los perros. La supervisión de esas interacciones deben ser siempre observadas (y arbitradas) por un adulto. Educa muy bien a los peques de la casa sobre cómo han de comportarse con el perro, pero hazlo de manera adecuada para evitar que cojan miedo. No es buena idea amenazarlos con que el animal les va a morder, ya que podrían acercarse a él con temor y empeorar la situación. Simplemente explícales qué es lo que le gusta a vuestra mascota y cómo se siente más feliz. Por otra parte, es muy importante socializar al animal lo antes posible en su desarrollo, llevándolo a pasear a diferentes lugares con distintos estímulos y permitirle relacionarse con todo tipo de personas, incluyendo niños. 



Lo que nunca debes hacer si tu perro gruñe


Si tu perro suele gruñir en algunas de las situaciones que hemos visto, es importante que indagues en la causa que se esconde tras esta actitud. Pero, ¿sabes cómo actuar en el mismo momento en el que tu mascota te lanza un gruñido? Lo más importante es mantener la calma. Detén aquello que pueda estar molestando a tu peludo y muévete lentamente, acompañando tu retirada con palabras en voz suave. Redirige la atención de tu perro con algún juguete o ruido que le llame la atención. Ante todo, nunca lo riñas, ya que el gruñido es una forma de expresión para tu mascota. Si le regañas, podrías causar una inhibición de esta señal que, en algunos contextos, puede estar advirtiendo de una inminente agresión, lo que te impedirá preverla y poder corregirla a tiempo en el futuro. Para conseguir que un perro no gruña debes transformar su emoción, y una regañina solo provocará que se ponga más nervioso y la situación empeore.

Así que, ya sabes, si tu perro suele gruñir en alguna ocasión, observa muy bien el contexto y su actitud para comprender qué te intenta decir. Solo así podrás resolver la tensión del momento y podrás seguir disfrutando de tu mascota. Recuerda que, ante cualquier duda o complicación, el consejo es acudir a un especialista en el comportamiento del perro (adiestrador o etólogo), que será capaz de evaluar la situación de forma mucho más precisa y ayudarte para que todo salga bien.