Tiempo de lectura aproximada: 8 minutos
La normativa de algunos países europeos que dicta retrasar una hora el reloj en otoño y adelantarlo el mismo tiempo en primavera afecta a nuestras rutinas y hábitos. Si eres una persona organizada y con unos horarios fijos, seguro que notarás que, durante el primer día sobre todo, tu sensación de hambre, de cansancio o tu percepción del tiempo se ven alterados. Al igual que a algunos humanos nos influye el cambio de hora, a algunos perros también les sucede. En ocasiones, nuestros peludos acusarán incluso más que nosotros esta modificación del horario, ya que a los perros les encantan las rutinas. Los horarios y la organización ayudan a estos animales a saber qué esperar en cada momento y a sentirse seguros. Pero cuando el reloj se adelanta o retrasa una hora, esta estabilidad puede tambalearse. Y es que, además de la menor o mayor cantidad de luz, que podría afectar a sus biorritmos internos, no cabe duda de que sus rutinas se verán alteradas en tanto sus dueños cambien las suyas. Entonces, ¿cómo afecta realmente el cambio horario a los perros?
1- ¿Qué perros sufren más el cambio de horario?
2- ¿Cómo puede notar mi perro el cambio de hora?
3- ¿Cómo puedo ayudar a mi perro a adaptarse al cambio de hora?
El reloj interno de tu perro es el responsable de que todos los días, justo a la hora a la que soléis ir a pasear, te espere puntual en la puerta de casa listo para salir. Los perros se sirven de sus ritmos circadianos y de la observación del entorno para orientarse a través del tiempo, por lo que conocen perfectamente cuándo es el momento de comer o de pasear. Al adelantarse o atrasarse la hora, seguramente lo saques más tarde o más pronto a la calle, y tu perro puede desorientarse un poco. Si se trata de un cachorro que está aprendiendo a hacer pipí en la calle, quizás no pueda aguantarse y lo haga en casa. Si esto sucede, no lo riñas ni lo castigues. Simplemente llévalo a su empapador (es conveniente no retirarlo mientras el perro está aprendiendo) para que entienda que, si no puede aguantar las ganas de orinar estando en casa, es allí donde debe acudir.
Otro aspecto a tener en cuenta respecto a la modificación del horario de paseo con el cambio del reloj es la temperatura. En verano, una hora más puede significar que ya haga demasiado calor en la calle para tu mascota, mientras que en invierno, el retraso de horario implicará temperaturas más frías en el exterior. ¡Tenlo en cuenta!
Si tienes la ilusión de que con el retraso del reloj en otoño podrás dormir una hora más, piensa que es posible que tu perro acuda a despertarte con lametones siguiendo el horario normal. Y es que para tu peludo nada habrá cambiado en su reloj interno. También es normal que las primeras horas notes que tu perro se duerme antes o después de lo que solía hacerlo o, simplemente, que se echa más siestas debido a la incomodidad y el estrés que siente. Permite que duerma lo que necesite y no lo molestes, ya que todo ello forma parte de su proceso de adaptación al nuevo horario.
En las horas siguientes al cambio de hora es normal que observes alteraciones en el apetito de tu perro. Probablemente te pida comida antes de tiempo o no tenga hambre a la hora de siempre. Si esto le pasa a tu peludo, no hace falta que hagas nada. Si rechaza la comida, vuelve a sacársela un rato después y, si ves que tiene mucha hambre y está muy nervioso, adelántala unos minutos. En 1-2 días todo su organismo se regulará y se adaptará a las nuevas rutinas de alimentación.