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Sabemos que, si por ti fuera, tu querido amigo peludo te acompañaría a todas partes. Pero, cuando llega la hora de irse de vacaciones, debemos pensar no solo en nuestros deseos sino en la comodidad y el bienestar de nuestra mascota. Quizás has decidido no llevar a tu perro contigo en tus días de descanso porque el viaje es demasiado largo, no vas a poder dedicarle el suficiente tiempo o incluso porque el lugar donde te vas a alojar no admite animales. Sea como sea, es normal que te preocupe encontrar el sitio ideal en el que dejar a tu perro para que esté bien cuidado y lo más feliz posible durante tu ausencia.
1- ¿Dónde dejar a tu mascota en vacaciones y qué debes tener en cuenta?
2- ¿Mi perro sufrirá mientras estoy de vacaciones?
A la hora de escoger un sitio para dejar a tu perro en tus vacaciones, te aconsejamos buscar con bastante antelación para que puedas adaptar a tu perro previamente. Es muy importante que, para tomar una buena decisión, consideres diferentes aspectos, como cuánto tiempo estarás fuera. No es lo mismo un descanso de unos pocos días, que unas vacaciones de tres semanas. Además, también debes tener en cuenta el carácter de tu perro: si es tímido y le cuesta relacionarse con personas desconocidas o si, por el contrario, es más extrovertido y se adapta con facilidad a los nuevos ambientes. Como ya sabes, tu perro adora estar a tu lado y, sea cual sea su personalidad, te echará de menos durante los días que no estés, pero mientras que en algunos casos esto no altera el comportamiento ni la salud del animal, en perros más sensibles puede generar muchísimo estrés y sufrimiento si no actuamos de una manera adecuada y adaptada a sus necesidades... Veamos algunas alternativas para dejar a tu perro cuando te marches de vacaciones.
Si tienes algún familiar o amigo de mucha confianza, una muy buena solución para irte de vacaciones sin tu perro es que lo dejes a su cuidado. Lo ideal es que sean personas que tu perro ya conozca, lo que hará que, a pesar de tener que cambiar de entorno, se adapte mucho más fácilmente a la situación. Ten en cuenta que, por muy buena voluntad que tenga una persona, lo mejor es que tu perro se quede a cargo de alguien que tenga cierta experiencia con el cuidado de estos animales. Durante tu ausencia, especialmente si te marchas por muchos días, podrían surgir todo tipo de incidencias relacionadas con el comportamiento y la salud de tu mascota, y es preferible que la persona que la cuide posea nociones sobre estos temas para gestionarlos correctamente.
Esta opción es muy parecida a la anterior, pero con una ventaja añadida: tu perro no tendrá que cambiar de aires, lo cual es especialmente positivo si le cuesta adaptarse a nuevos ambientes. En este caso, tu amigo o familiar se quedaría en tu casa durante los días que estés fuera, por lo que, obviamente, debe ser alguien de mucha confianza. No olvides enseñarle dónde guardas los juguetes, comida, correa y todo lo que necesitará para atender a tu perro. Explícale por dónde soléis salir a pasear, cuáles son sus rutinas diarias, cepillado y, en definitiva, todo lo que necesites para quedarte tranquilo y tener la certeza de que tu perro estará bien aunque no estés a su lado.
En el caso de que no tengas ningún familiar o persona de confianza para poder quedárselo, esta es la mejor opción para tu perro, ya que un cuidador le brindará una atención mucho o más personalizada que la de una residencia canina. Los cuidadores caninos suelen y deben tener experiencia con perros y tu amigo peludo podrá gozar de un trato muy familiar y cariñoso.
Lo primero que tienes que hacer es revisar las referencias del cuidador. Hoy en día existen muchas plataformas que ofrecen este servicio y permiten que los usuarios dejen sus reseñas. Cuando hayas escogido a la persona adecuada, visítala para conocerla personalmente y comprobar que tu perro reacciona bien a su presencia.
Algunas personas realizan este trabajo de manera altruista, pero si optas por una plataforma de pago, investiga si cuentan con un seguro de responsabilidad civil canino, ya que esto es obligatorio. Cuando hables con el cuidador, explícale todo lo que necesites para el cuidado de tu perro. Es importante que preveas situaciones que, aunque es poco probable que se produzcan, podrían resultar más problemáticas de lo que ya son si no tienes un plan de acción, como algún accidente o problema de salud de tu perro. Además, una ventaja extra es que puedes pedirle que te envíe fotos y vídeos de tu mascota mientras estés fuera para que compruebes lo bien atendido y feliz que está.
Dejar a tu perro en una residencia canina puede ser una opción, pero ten en cuenta la edad, la raza, el temperamento que tiene, lo socializado que está, ya que es muy importante saber como se lleva con otros perros y como se comporta con el cambio de ambientes.
Si te preguntas cómo escoger una buena residencia canina, lo primordial es que visites el lugar para conocer las instalaciones. Algunas residencias utilizan pequeñas habitaciones con rejas, algo así como una jaula pero más espaciosa, para mantener a los perros separados y evitar problemas. Otras, en cambio, optan por espacios comunes al aire libre, pero esta opción solo es viable si tu perro está perfectamente socializado, adiestrado y acostumbrado a convivir con otros perros y a compartir sus recursos. En cualquier caso, asegúrate de que el lugar cuenta con buena luz natural, espacio suficiente, limpieza y pregunta todas las dudas que tengas acerca de cuál será la rutina de tu perro durante su estancia (si hay posibilidad de darle su propio alimento, cuántas veces saldrá a pasear, cuántos perros tendrá a cargo su cuidador o qué rutinas de higiene y cepillado se seguirán).
Es buena idea que en tu visita lleves contigo a tu perro para que conozca el lugar y observes si se encuentra relajado y feliz en él. Por lo demás, no pierdas de vista aspectos como el estado de salud (no recomendamos dejar en una residencia a tu perro si es mayor o sufre alguna patología, ya que necesitará mucha más atención).
Que tu perro pase una estancia agradable con su cuidador temporal, tu amigo o familiar o en una residencia canina, depende, sobre todo, de su carácter y nivel de socialización. En este sentido es muy importante socializar a los perros desde cachorros, llevándolos a pasear a diferentes lugares y dejando que conozcan a personas distintas. De esta manera, serán mucho más flexibles y, en el futuro, se adaptarán mucho mejor a los cambios, como es el caso de las vacaciones.
Para que tu perro se estrese lo menos posible, previamente a las vacaciones adáptalo poco a poco al que será su nuevo cuidador. Unas semanas antes, déjaselo unas horas durante varios días para que se vayan conociendo antes de irte. Este paso realízalo progresivamente hasta que tu perro se sienta cómodo y así estarás seguro de que no sufrirá cuando te vayas.
Si tu perro no reacciona bien ante este tipo de situaciones nuevas, lo mejor es que escojas un alojamiento donde puedas llevarlo contigo o un tipo de vacaciones que él también pueda disfrutar. Pero no dejes así las cosas: contacta con un adiestrador para que te ayude a hacer de tu mascota un perrito más relajado y flexible. Si es totalmente imposible llevarte a tu perro contigo en vacaciones, escoge la opción que menos trastornos le cause, que en este caso sería quedarse en casa con un cuidador familiar o amigo.