10 consejos para calmar el comportamiento de tu mascota
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Igual que algunas personas son más relajadas y calmadas, mientras que otras tienen una mayor tendencia a los nervios y el estrés, los perros también presentan diferencias en su comportamiento que los hacen más o menos tranquilos. Sin embargo, aunque el temperamento natural influye mucho, existen muchos aspectos que pueden hacer estresante la vida de tu mascota. El entorno, el estilo de vida y los hábitos de tu perro son cruciales a la hora de que mantenga una actitud relajada.
La realidad es que, sea cual sea la tendencia de tu perro, puede que se muestre más nervioso de lo habitual porque no goza de la suficiente libertad, tiene miedos que no han sido gestionados o no te relacionas con él de la manera adecuada. Un perro puede ser nervioso y actuar agitadamente por miedos, problemas de salud, una socialización pobre, problemas de comportamiento o un estilo de vida inadecuado, con muchos cambios de rutina, viajes o largos períodos en soledad. Por supuesto, este no es el estado ideal para tu mascota: lo deseable es un perro tranquilo, que no es lo mismo que un perro inactivo o aburrido. Lo que buscamos es que el animal reaccione de manera relajada a las situaciones que se le presenten en su vida, con un nivel de estimulación apropiado y retos que hagan su día a día más interesante.
1- ¿Qué puedo hacer para que mi perro esté más tranquilo?
2- Un perro tranquilo para toda la vida
Si tienes un perro nervioso, lo primero que tienes que hacer es preguntarte qué hábitos o rutinas componen su día a día. ¿Pasea lo suficiente? ¿Juegas con él todos los días? ¿Refuerzas sus conductas ansiosas sin darte cuenta? Veamos algunos consejos para conseguir que tu mascota se muestre más serena y relajada.
Un perro adulto y sano necesita quemar energía diariamente. Para ello, es imprescindible que saques a pasear a tu mascota varias veces al día (en general, se recomienda un mínimo de 3 veces), y que al menos una de estas salidas sea larga y de calidad. No vale con dejar que tu perro haga pipí cerca del portal y enseguida volver a casa. Tu perro necesita estirar las piernas, correr, olfatear, explorar su entorno… Por ello te recomendamos visitar diariamente algún parque canino o espacio seguro donde tu mascota pueda moverse con libertad. El ejercicio debe ser moderado, no extenuante, y adaptarse a la edad y necesidades de tu mascota.
Un perro tranquilo y equilibrado no es lo mismo que un perro aburrido. De hecho, si tu mascota se aburre, es muy probable que se sienta ansiosa y aparezcan problemas de comportamiento. Para que tu amigo peludo sea feliz y se sienta en paz necesita relacionarse con otros perros, así que aprovecha los paseos para que salude a sus congéneres. También puede ayudarte llevarlo a diferentes lugares y que conozca a nuevas personas, aunque si tu perro tiene un nivel alto de ansiedad procura hacerlo poco a poco y consulta a un etólogo para profundizar más en el proceso. En general, un perro sano necesita estímulos de una intensidad media que lo mantengan interesado y desarrollen su curiosidad y aprendizaje.
El día tiene muchas horas y no es buena idea dejar que tu perro espere al momento del paseo para ser feliz. Mantenlo motivado y entretenido durante el día dejando un par de sus juguetes favoritos a su disposición. El resto puedes guardarlos y utilizarlos para recompensarlo cuando se porte bien o cuando necesites que esté muy entretenido (por ejemplo, cuando se queda solo en casa). Una recomendación que nunca falla son los juguetes tipo kong, con premios en su interior que el animal tiene que conseguir sacar. Esta actividad los mantiene muy concentrados y es muy estimulante para ellos. ¿Los has probado?
El vínculo que un perro desarrolla con su cuidador es muy intenso. Sí, tu perro te necesita para ser feliz. Por eso, hazle compañía, préstale atención y comparte tiempo a su lado. Podéis jugar, pasear juntos, puedes llevártelo contigo a cafeterías o tiendas pet-friendly… Dale mimos y caricias cuando esté tranquilo y así no solo profundizarás vuestro vínculo, sino que conseguirás reforzar este estado de ánimo. En definitiva, tu perro necesita un cuidado activo por tu parte: revisa su pelo, sus patitas y su dentadura regularmente, cepíllalo y trata de comprender sus señales y sonidos para darle todo lo que necesite.
Cuando hablamos de adiestrar a un perro, muchas personas creen que el único objetivo es que se siente cuando se lo pidamos o enseñarle ciertos trucos. Sin embargo, está demostrado que un perro adiestrado es un perro mucho más equilibrado y feliz. Si quieres que tu perro esté más tranquilo, trabaja con palabras como “tumbado” o “siéntate” para que pueda relajarse inmediatamente cuando tú se lo pidas. Saber lo que se espera de él le permitirá a tu perro controlar mejor sus impulsos y reaccionar con más tranquilidad a los estímulos de su alrededor.
De nada sirve que cumplas a rajatabla con el resto de consejos de esta lista si el entorno en el que vive tu perro le resulta estresante. Si en tu casa hay mucho ruido, niños que no respetan el espacio personal del animal o, por lo general, siempre estáis nerviosos y acelerados a su alrededor, no esperes que se sienta diferente. Los perros son espejos que reflejan nuestras propias emociones, así que procura hablar suavemente y moverte de forma pausada cuando estés cerca de tu perro si quieres que esté tranquilo y relajado. Si hay gritos, caos o desorden cerca de él, difícilmente sucederá.
Por mucho que tu perro se alegre de verte cuando llegas a casa de trabajar (y tú de verle a él), no le saludes de forma demasiado efusiva, ya que estarás alentando su actitud ansiosa. Es preferible que esperes a que se calme y lo saludes tranquilamente con caricias suaves y un comportamiento calmado. Esto es aplicable al resto de situaciones del día a día, también al juego. Una cosa es que tu mascota se active durante el juego, pero procura no jugar de manera que se excite demasiado. Vigila las señales de tu perro, que a través de su lenguaje corporal y su comportamiento te revelará si el juego es agradable para él o es demasiado intenso.
Si lo que quieres es que tu mascota reaccione de manera relajada a las diferentes situaciones del día a día, deberás premiar este comportamiento. En lugar de reñirlo cuando está nervioso o no te hace caso, lo que solo añade más estrés a la situación y no sirve de nada, recompénsalo con caricias o premios cuando actúa de manera tranquila. Así conseguirás que tu perro adquiera esta actitud, ya que sabrá que cuando se porta bien le suceden cosas agradables.
El sueño de los perros es bastante curioso, ya que casi siempre están en un estado de semivigilia cuando descansan. Sin embargo, esto no significa que puedas molestar a tu perro cuando duerme. Tu mascota necesita un lugar de descanso tranquilo y cómodo para poder relajarse. Este sitio tiene que ser de libre acceso, para que pueda acudir a ir cuando lo necesite. Cómprale una cama apropiada para su tamaño, acolchada y transpirable y colócala en un lugar estratégico, a buena temperatura, con luz natural y silencio. Aunque tu mascota se pueda dormir en cualquier parte, si necesita un sueño reparador tendrá dónde acudir. Un perrito descansado es un perrito feliz y sereno.
Esta idea te va a gustar (y a tu perro también). ¿Qué tal si organizas una sesión de spa para tu perro en casa? Puedes cepillar a tu mascota, darle un masaje (hay muchos tutoriales en Internet para ello) con música relajante o incluso utilizar aceites esenciales o feromonas sintéticas, que son muy beneficiosas para los perros.
Si tienes un perro muy nervioso e inquieto, debes averiguar la causa de su comportamiento. De nada te servirá darle un masaje o que haga ejercicio si existen otros patrones en su rutina que lo mantienen estresado y desequilibrado. Si tienes dudas o no consigues encauzar la situación, te recomendamos que visites a un adiestrador o etólogo para que ayude a tu perrito a regular sus emociones. Si tu perro es demasiado ansioso, no te conformes diciendo que “es así”, porque podría estar pasándolo mal. El estrés canino y los problemas de comportamiento en general son un tema serio que debe ser tratado. Como guia y cuidador de tu perro, es tu misión ayudarlo a tener una vida sana y feliz, lo que pasa necesariamente por un comportamiento tranquilo. Y recuerda, aunque hay perros relajados por naturaleza, la calma se puede enseñar, así que no lo dejes pasar. ¡Tu perro te lo agradecerá!