Aunque su manto los protege, pueden pasarlo mal con temperaturas bajas
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Cuando llega el frío, nos apresuramos a sacar la ropa de abrigo, encender la calefacción y alimentarnos con recetas calientes y contundentes. Pero, ¿qué pasa con nuestros peludos? ¿Cómo se protegen ellos del descenso de las temperaturas? Estos animales pueden aislarse del frío con su manto. De hecho, justo en otoño muchas razas realizan una de las dos mudas anuales de pelo, preparándose para el invierno y la bajada del termómetro. Además de eso, muchas razas de perros poseen una capa lipídica o de grasa que funciona como una barrera natural contra el frío. Sin embargo, ¿es esto suficiente para evitar que sufran los estragos de las bajas temperaturas? ¿Es verdadero o falso que los perros pasan frío en invierno?
1- Los perros también sienten frío
Igual que nos sucede a las personas, hay perros más frioleros que otros. Esto depende del tamaño y del tipo de pelo que tenga, aunque también puede variar de un animal a otro dentro de la misma raza, ya que cada peludo es un mundo. Por lo general, hablamos de que un perro puede comenzar a sentir frío por debajo de los 4°C, incluso de los 8°C si existe una elevada humedad ambiental. Más allá de esta temperatura y hasta llegar a los 0°C, pueden darse distintos niveles de sensibilidad al frío, aunque entre los 3°C y los 0°C la situación podría ponerse peligrosa para algunos perros. Ten en cuenta que, aunque están más protegidos que nosotros frente al frío de manera natural, también tienen una temperatura corporal más elevada, de unos 38-39°C, por lo que pueden llegar a sentirse helados antes de lo que pensamos.
La sensibilidad de los perros al frío puede variar en función del tamaño. Los perros pequeños, como el chihuahua, el teckel o el pomerania, tienen un metabolismo rápido que deja escapar el calor con mayor facilidad, por lo que son especialmente sensibles a las bajas temperaturas. Además, al tener más superficie corporal al aire con respecto a su peso, no retienen el calor tan eficientemente como los perros de razas grandes. Los perros de mayor tamaño poseen, en cambio, un metabolismo más lento que regula mucho mejor la temperatura corporal.
Sin embargo, el tamaño no es lo único que influye en la sensación de frío de un perro. Si tu mascota tiene el pelo corto, aunque sea grande como un galgo o un bóxer, puede llevar peor las bajas temperaturas, ya que su fino manto no lo protege tan bien del ambiente. Por el contrario, los perros de pelo largo, como el Australian Cobberdog, están más aislados del frío por su espeso pelaje. No olvidemos a las razas de trineo, como el alaska malamute o el siberian husky, que por sus orígenes y evolución toleran mucho mejor las bajas temperaturas, incluso por debajo de los 0°C.
La primera pista que te indicará que el ambiente es demasiado frío para tu peludo será la temperatura de sus orejas y de su cuerpo en general. Los perros suelen estar más calientes que nosotros cuando los tocamos, ya que su temperatura corporal natural es superior a la nuestra, así que si acaricias a tu mascota y la notas fría, es muy posible que lo esté pasando mal. Otros síntomas de que tu perro tiene frío son los escalofríos, la rigidez, gemidos, respiración entrecortada, pelo erizado o exceso de sueño. Además, si incluso dentro de casa notas que tu perro busca siempre acercarse a la estufa, duerme acurrucado y por muchas horas, y no siente tanta emoción como antes por salir a la calle, es muy probable que tenga frío.
Si tienes un perro pequeño, de pelo corto o, simplemente, es friolero, procura no exponerlo a temperaturas demasiado bajas. Evita los paseos a primera hora de la mañana y por la noche, cuando los termómetros bajan en picado y suele haber más humedad. En días fríos, abriga a tu mascota con prendas de calidad, transpirables e impermeables si hay lluvia, pero recuerda quitárselas al llegar a casa o si va a hacer ejercicio. Esto es especialmente importante en el caso de perros cachorros, muy mayores o que sufren de alguna enfermedad.
En el hogar, procura que la temperatura sea agradable y estable, incluso si no estás en casa. Ofrécele a tu perro un lugar cómodo y calentito para dormir, como una cama térmica (aunque también puedes utilizar una normal y ponerle una mantita encima).